Una escenografía sencilla pero evocadora y eficaz, una perfecta dirección de actores, un texto irónico y bien construido, un elenco compacto cuya actuación raya lo genial con dos cantantes más que notables como Begoña Alberdi, soprano, y Enrique Sánchez-Ramos, barítono, componen esta obra de ópera dentro del teatro, ya estrenada en 1994 y repuesta ahora sin que haya envejecido un ápice.
El Nacional gira en torno al acomodador de un teatro de ópera amenazado de derribo por la crisis que monta una función de Rigoletto con vagabundos y músicos callejeros. Un espectáculo digno de Viridiana de Buñuel, las escenas corales del mejor Berlanga, aderezado con la música Verdi que constituye el vehículo perfecto para una crítica mordaz, inteligente y divertida sobre la política cultural, el teatro, la ópera, la crítica musical...
No se la pierdan. Estará en cartel solo hasta el treinta de septiembre.
Teatro Olympia |